viernes, 12 de abril de 2013

DE GALGOS Y PODENCOS



La razón no grita, la razón convence. Luis Ferre

No les ha de resultar extraño que les hable de mis constantes angustias. En realidad, podríamos decir que por todos, en mayor o menor medida, son compartidas.

Cada uno en su lugar o trinchera, hacemos lo que podemos por sacar el carro del pedregal y creo firmemente que todos somos conscientes de la inapelable necesidad del compromiso hacia nuestro futuro y el de nuestros hijos…

Y ahí empieza la desazón y la tristeza, las angustias de las que les hablaba. Todo parece quedarse en la superficie y una vez más nos enfrentamos entre nosotros, olvidando al parecer, al verdadero enemigo que nos ataca. Ese “nosotros” enorme, ese verdadero poder que es nuestro, se resquebraja poco a poco por no buscar los puntos de encuentro y no las disparidades. En la palabra ya no hay fuerza, en la palabra hay rabia y mientras tanto, paro que aumenta, familias desahuciadas, ancianos estafados, hospitales sin recursos y escuelas abandonadas.

Observo como en la retaguardia las facciones se ensañan unas con otras por cuestiones nimias. Veo como por nada, alianzas posibles se malogran y los ciudadanos con recelo se miran. Mientras, en sus tronos unos cuantos sonríen de forma extraña…

No ceso en el empeño de reconocer los espacios comunes, cual Hermes de medio pelo hago de la comunicación empeño. Pero o ningún valor tienen las palabras o es que en realidad han muerto. La cultura fenece en formas y fondo y la ideología de la desesperación parece la más competente.

Quienes se erigen como representantes de la “voluntad popular” no son los más capaces, son los más beligerantes. Peleles vacíos y de voz estridente que cual loro repiten dogmas hirientes. Ellos y nosotros, nosotros y ellos. Que si galgos o podencos, que si podencos o galgos, llega el enemigo y se come a las liebres…

POLITICA ES MORAL

1 comentario:

  1. Que lástima que haya de existir un enemigo Josep, las ganas existen, las palabras lo valen, los valores se confunden, se distorsionan y nos pervienten, convirtiéndonos en pobres diablos , y ya sabes lo que hace el diablo en caso de aburrimiento. En cualquier caso creo que el pastor alemán es el más fiel de todos, él defiende y protege lo que ama, aún a riesgo de perder la vida. Lealtad a nuestras entrañas es lo que habría de primar...

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